Una joven de 24 años fue víctima de un violento arrebato durante la madrugada del lunes en pleno centro de Las Termas de Río Hondo. El hecho ocurrió en inmediaciones del escenario “Hermanos Ábalos”, ubicado en calles Suipacha y avenida Belgrano, a metros del Centro Cultural General San Martín.
Según el reporte policial, la víctima —identificada como Brisa Anabel Albarracín Mendieta— denunció que dos hombres a bordo de una motocicleta Honda Biz blanca con detalles en rojo la interceptaron y, mediante la modalidad de arrebato, le sustrajeron una cartera tipo bandolera. En ella llevaba un celular Samsung Galaxy A22, un Redmi Note 14 blanco, anteojos recetados y documentación personal. Tras el robo, los delincuentes escaparon por calle Sarmiento.
En el caso interviene la fiscal Dra. Pérez Vinces, quien ordenó las primeras medidas de rigor.
La denuncia de la víctima: “Fue terrible la impunidad”
Horas después del episodio, la joven decidió ampliar su relato y cuestionó fuertemente el accionar policial. Aseguró que, con la ayuda de un amigo, pudo localizar uno de sus celulares y obtener imágenes de cámaras de seguridad donde se observa a los sospechosos descartando parte de sus pertenencias.
“Llevé yo misma la información a la comisaría. Conseguí cámaras donde se los ve a los delincuentes y presenté todo, pero aun así me dijeron que no era suficiente. Veían el momento del robo, pero necesitaban más pruebas”, explicó.
De acuerdo a su testimonio, la jueza de turno autorizó un allanamiento a las 13 horas, pero el procedimiento recién se ejecutó a las 19. “El operativo no duró más de 15 minutos y salió negativo. Mientras mi celular seguía marcando la ubicación en el mismo lugar, me decían que no se podía hacer más”, señaló.
Ante la falta de respuestas, la familia decidió actuar por su cuenta y logró contactar a la persona que tenía su teléfono. Según expresó, el aparato había sido entregado a cambio de droga. “Mi papá pagó para recuperar el celular, por desesperación de verme mal. También recuperamos el dinero que estaba en el otro teléfono, pero no mis lentes ni el segundo celular, porque eso sí les servía”, lamentó.
La joven remarcó su indignación por la pérdida de elementos costosos y necesarios para su vida diaria. “No eran solo pertenencias: uno sabe cuánto esfuerzo hay detrás. No es justo que unas lacras se queden con lo que no les pertenece”, expresó.
Críticas al sistema
Finalmente, la víctima aseguró sentirse desprotegida y cuestionó tanto a la Policía como al sistema judicial.
“La policía solo hizo acto de presencia para cumplir la orden de la juez. Qué feo que algunos que llevan uniforme no lo hagan por amor a su profesión. Ojalá eso mejore”, manifestó.
Además, denunció que existe “terrible impunidad” respecto a ciertos delincuentes. “La policía y los jueces los conocen a todos, pero no hacen nada. Los dejan libres para que sigan haciendo daño”, afirmó, y pidió a las familias mayor responsabilidad en la educación de sus hijos.
La investigación continúa bajo instrucciones de la fiscalía interviniente.